Nuestra meta es dar una gesto de cariño o un saludo motivador para que todo asistente a nuestra iglesia pueda sentir el amor que nos caracteriza como iglesia . Somos la primera cara que los asistentes ven al llegar al iglesia , por eso el portar nuestro uniforme , no es un una vestimenta que nos distingue de los demás, si que no es el más grande privilegio.

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